Preguntas frecuentes

¿Qué es el agua residual?

Las aguas residuales son aquellas que han sido usadas en entornos domésticos, urbanos e industriales, así como las aguas naturales que se hayan mezclado con las anteriores.
Además de agua, también contienen una gran cantidad de elementos contaminantes que pueden ser sólidos o disueltos. Si el agua residual no recibe un tratamiento adecuado se convierte en séptica, ocasionando condiciones molestas como malos olores, además de representar un riesgo para la salud humana.

Dependiendo del grado de tratamiento y la normatividad aplicable, las aguas residuales que han sido tratadas pueden ser absorbidas en el suelo, descargadas a un cuerpo receptor (río, lago, barranca, presa, etc) o reutilizadas para riego agrícola o para usos urbanos (riego de parques y jardines, lavado de autos, fuentes de ornato, etc).

Las plantas tratadoras de aguas residuales remueven las impurezas contenidas en el agua residual a finde que el agua tratada pueda ser regresada al medio ambiente de forma segura. Este mismo proceso de estabilización ocurren en la naturaleza para degradar los contaminantes del agua residual y convertirlos en sus componentes más básicos; agua y dióxido de carbono. Los métodos comunes de tratamiento incluyen pasos de tratamiento físico, químico y biológico, mientras que las plantas de tratamiento de aguas residuales Aclara están diseñadas para acelerar y controlar el proceso natural asegurando un tratamiento adecuado.

Una fosa séptica separa únicamente los sólidos pesados que contienen las aguas residuales, sin darle tratamiento a los sólidos en suspensión y disueltos, lo que produce un efluente muy contaminante que solo puede descargarse a un pozo de absorción, en el que recibe un tratamiento por las bacterias anaerobias naturales del suelo. Aún después de ser filtrado por el suelo, el efluente de una fosa séptica puede contaminar el manto freático.
Mientras que una planta tratadora de aguas residuales, elimina hasta en un 95% los contaminantes del agua residual, produciendo un efluente limpio, no contaminante, que puede ser descargado directamente a una corriente de agua, a un pozo de absorción o puede ser reutilizado en riego u otros usos.

Son materiales orgánicos, ricos en nutrientes, que se generan a partir del tratamiento de aguas residuales domésticas. Cuando son tratados y procesados correctamente, estos residuos pueden reciclarse como fertilizantes para mejorar tierras de cultivos, estimulando el crecimiento de las plantas.